1 de enero de 2008

Malas Tierras.




"Te pasas la vida esperando un momento que no llega".




Se va (no tiene corazón y sin embargo tú sigues creyendo que es tan grande que no le cabe en pecho). Te deja con la palabra en la boca y el corazón en un puño. En un segundo consigue que pierdas la esperanza en todo, que iguales el futuro con la nada, que te sientas de niguna parte. Flotas, te evaporas, no eres más que recuerdos que algún día, tarde o temprano, se olvidan. Tienes la sensación de que tus palabras desaparecen entre miles de kilómetros de cable y circuitos. Al cabo de un rato te das cuenta de que así es, de que tus palabras se perderán (igual que en aquella película) como lágrimas en la lluvia.
Mides cada sílaba para evitar que su significado pueda ser mayor para él de lo que lo es para ti. Sin embargo sabes perfectamente que la única que hace eso, intensificar la fuerza emotiva de las palabras dichas por él, eres tú. Te quedas muda, como intentando escapar de todas esas verdades que inundan ahora tu cabeza, como evitando escuchar el tumtum de tu corazón cuando él dobla la esquina.
Te mientes para intentar huir de la tristeza. "Es mejor así", piensas; siempre fuiste algo cobarde. Cobardes tus lágrimas y tus verdades, cobarde tu forma de ver el mundo cobarde en el que habías crecido. Cobardes las tardes de domingo y cada uno de tus pestañeos. Cobardes hasta las notas de las canciones que escuchabas. Cobardes, cobardes, cobardes.
Eras tan, tan cobarde que incluso te daban miedo las palabras capicúas (por la magia misteriosa y fantástica que éstas ocultan). En una ocasión, hace ya mucho tiempo, te enamoraste de un piloto. Se llamaba Otto. Otto, como Ana, se lee igual por el principio que por el final. Te dió miedo y escapaste. ¡Cobarde! (Cobardes hasta tus abrazos y los latidos de tu, ya por siempre soltario, corazón.)











  • Amapolasamarillas

12 comentarios:

Sir John More dijo...

Sensibilidad y cobardía... Yo a ese tipo de cobardía, hoy, después de muchos años de autoflagelación, la llamo sensibilidad, e incluso orgullo. Nadie te merece salvo quien te busca, Amapola, créeme. Y ese sueño tuyo, ese amor, vale por sí solo mucho más que muchos él...

Anónimo dijo...

Yo queria decirte pero no tuve el coraje...
cuantas veces...

cuando se nos acelera el pulso, nos palpitan hasta las manos.. aveces se escuchar el resonar.

Anónimo dijo...

alucinante como siempre *
yo hace un montón que no actualizo.. toy sin inspiración... que se le va a hacer xDxDxD
un besiño wpa tqtq

niñasinsombra dijo...

ya me hice el blog xDxDxD
aun tardaré en rellenarlo y voy a ir metiendo cosas que ya puse en el blog ajaj te agego ponme tu y m haces un poco de publi xDxD
un besiño tqtq

niñasinsombra dijo...

la de arriba soy yo alba ;)

Contos do furafollas dijo...

Uy... la cobardía es algo a evitar, que sale muy cara, pero tampoco hay que confundirla con prudencia, que también puede salir muy cara. jeje. Besitooos

Lula Fortune dijo...

Hola, por fin retomo las visitas después de estas fechas, cada vez más surrealistas para mí.
Coincido con Sir en lo de la búsqueda. Creo que te juzgas demasiado severamente y a veces la cobardía puede salvarnos del naugragio. Lo importante es que siga latiendo ese enorme corazón.
Muchos besos, princesa.
Buaaaa! mañana cole!!!

la rata bastarda dijo...

hola,se puede??? soy una ratita de alcantarilla,que se ha quedado sorprendida con tu post.
Te recomiendo una pelicula Maravillosa: Los Amantes del Circulo Polar,los protagonistas son dos: OTTO y ANA....:)
Bicos guapa.

Ene de Nadie, de Nunca dijo...

que te has enamorado, sin más.

Danelí dijo...

¿Esperando la casualidad de la vida?

(ahora hay que ir por palabras, actitudes, personas ¡va-lien-tes!)


un beso

bajo las sábanas dijo...

Yo sigo esperando la casualidad de mi vida, como Otto, como Ana, como los capicua.
Llego tarde lo sé, leí tu comentario hace un tiempo y hasta este momento no me he atrevido a contestar.
Y me ha soprendido muchisimo, no sé ni como has llegado a él ni que te ha impulsado a escribirme, pero te lo agradezco de todo corazón.
Pensé que nadie me escribiria, y alguien que no conozco pues buff ni se me pasó por la cabeza, de verdad fue una gran sorpresa leerte.
Además tu blog tiene algo especial, y quiero que el mio acabe teniendo ese toque.
Me dolió muchisimo querer más que que me quisieran. Eso siempre es malo. Y yo no lo soporté. Cada vez que doblaba esa esquina yo queria ir detrás, gritando, mientras lo único que hacia era perder más horas de mi vida. Pero esa y muchas piedras más me han hecho llegar hoy aquí, hacen que quiera que la gente me lea, que quiera expresar mi dolor mediante palabras, sin pintar en blanco.
Gracias por escribirme, un besazo muy gordo y espero seguir manteniendo el contacto.

(gracias por recordarme)
:*


Pe.

Elena dijo...

Leyéndote, me venía a la cabeza esta canción de Silvio Rodríguez:

"La cobardia es asunto
de los hombres no de los amantes
los amores cobardes no llegan
a amores ni a historias se quedan ahi
ni el recuerdo los puede salvar
ni el mejor orador conjugar"

Preciosa la película de medem, más preciosas aún esas casualidades que encadenadas transforman la vida.

Un abrazo.