28 de febrero de 2009

febrero



En la casa hace frío. Respiran las paredes y las ventanas blancas y las sabanas polares.
Tirito y amanece. Del piano llega el eco de la noche pasada, glaciaciones nocturnas de finales de invierno y canciones de cuna para niños que lloran. Me siento a la cama. Tú duermes y no me miras. Mi tren se adelantó y tú todavía duermes. Llueve porque ya he vuelto.
Salgo a la calle tirando del equipaje, la gente camina rápido escondida en sus abrigos. La niebla no me deja ver el final del parque. Hace frío y una madre reprocha a su hijo, crees que todo es un juego. Él agacha la cabeza y sus pies no alcanzan el suelo. 
El viento del norte levanta las hojas y me hiela los labios. Vuelvo a casa. Son las ocho y media, el tren ya ha llegado. Esta vez tú abres la puerta. ¡Por fin estás aquí...!
Me acuerdo de cuando dormías y yo arrugaba tus sábanas. Sí, acabo de llegar, vamos, ayúdame con esto.
Llevo toda la noche sin dormir, dices apurado mientras subes mis maletas por las escaleras.
Yo me río. 
Mentiroso.


6 comentarios:

Pàola Morillo Saaghy dijo...

Mentiroso,
he visto como arrugas la nariz de una forma...

mientras estás dormido.

Beso,
;)

Albademadrugada dijo...

Fernlund + Logan. Arquitects (arquitecta de interiores como esos? ñññ)
mintiroso y los ojos contentos.
:)

AAN dijo...

Has vuelto!!!! Dulces reencuentros teñidos de blanco...

Besito

Dara dijo...

LLega el frío y él miente un poquito, pero es una de esas mentiras que se echan de menos. De las que hacen sonreír.


Un miau desde Laponia

ptitpat dijo...

que bien que vuelvas!!....te conozco desde hace poquito, pero ya te echaba de menos jiji

un besito

Anónimo dijo...

cómo echaba de menos que escribieras dios hazlo más amenudo por favor me curan


neurona