14 de diciembre de 2007

Ego.

A menudo me recuerdan, como si alguna vez lo hubiese olvidado, que lo que a mí me falta es paciencia. Que para mí todo es tan desquiciante como esperar durante horas en una cola para pagar algo que ni siquiera necesito (no, no me leas así, seguro que más de una vez ya lo has hecho). Que cuando el tiempo no avanza tan rápido como yo quisiera, convierto la vida en un atasco y entorpezco mis pasos, tras lo cual generalmente echo la culpa a unos cordones mal atados.
Los que me conocen, que son pocos (quiero suponer que ésto le sucederá a todo el mundo), me tachan también de pesimista. No lo sé con certeza aunque, y lo digo yo, probablemente la única persona que haya logrado conocerme un poco; podría ser perfectamente cierto. No sería tampoco la primera vez que me anuncian tristemente, como si nunca nadie me lo hubiese dicho antes, que por desgracia he heredado (y es que "era algo inevitable") un carácter un tanto depresivo.
A estas alturas puedo decir que ya no sé qué creer. Tal vez yo no sea nada de eso, quizás, y sólo quizás he llegado a convertirme en todo éllo por las innumerables veces en que me lo repitieron cuando era niña (todavía ahora continúan haciéndolo).
De mí dicen también que soy cabezota, por aquéllo de ser tauro, supongo. Bueno, está bien, éso sí que es cierto. Si tengo que defender algo, lo defiendo con tantas ganas que es prácticamente imposible hacerme perder, que no ganarme; pero de igual manera, si encuentro algo que no me guste demasiado, mi naturaleza actúa por mí como si supiese con exactitud cuándo debe anular a mi razón.
Entonces, señores, entonces puede arder Troya, tan solo por ese pequeño detalle de haber llegado a este mundo un doce de mayo gris y lluvioso, a las siete y algunos minutos que ya a penas recuerdo.


(Sound of silence - Simon&Garfunkel)

2 comentarios:

Manuel Ángel Candelas Colodrón dijo...

Esa cousa irracional dos horóscopos que asigna características por nacer nunmes do ano non só é máis falso ca unha moeda falsa, senón que soe ser refuxio para os que gustan de pensar que non hai nada que facer. Nacer en maio non determina nada. Se es turrona ou turroa, pois moi ben, adiante. Se che vai ben así, tira para adiante; se ves que che vai mal, pois a cambiar e xa está. Arredemo, para que andamos por estes lares? Hoxe fai un día ben fermoso por Vigo: a pasear por aí adiante e a botar a melancolía pola fiestra.

Lula Fortune dijo...

Ay! no sé qué pasó, te había dejado un comentario en este post y ¡ha desaparecido!. Cuidado con las meigas!!!!!