22 de junio de 2013

Te conozco bien - dices.
Se arquean mis cejas y mi espalda.
¿Me conoces?
¿Sabes ya cuál es la acera que prefiero por costumbre?
¿Conoces ese lunar escondido? ¿Lo amas?
Dime, ¿lo amas?
Es amorfo y desconocido. Pero dime, aún así ¿lo amas?
¿Has descubierto ya esa manía que te hará querer dejarme?
¿Te desquicia?¿Te quedarás a pesar de ella?
¿Sabes lo de mi padre? Puede que vaya a estar rota para siempre.
¿Estarás para recomponerme?
¿Estarás?

Aunque nunca crea nada de lo que digas.

Sonreír es una pose que a veces pierdo.
Cuándo me desplome, ¿seguirás aquí?

No sabes nada de estas piernas. Ni de dónde me han traído
ni cuántas veces han sangrado
ni cuántas mañanas he despertado con moratones que no recordaba haber tenido.
O mis brazos entumecidos de no saber nadar contra la corriente.
¿Los besarás para que despierten?¿Les darás el calor de tus brazos?
Cuando un millón de cuerdas invisibles tiren de mí
hacia todas partes. Y me desintegre.
¿Me abrazaras para que no pase? Para que nada de mí se pierda.

Si a pesar de
e incluso si
quieres quedarte
hazlo

si no
besa estos párpados
y llévate en tu beso todas las pruebas.

2 comentarios:

Naruba dijo...

Amor.

Anónimo dijo...

Que nada de ti se pierda depende de lo bien que lo guardes tú. :) Nadie se rompe.