Estás muda.
Quieta.
Callada.
Como una noche de verano sin luciérnagas.
Afónica.
Cada día es el día de tu actuación
y cada día pierdes la voz justo al salir
al escenario.
Te apuntan los focos que te ciegan.
Y no sabes quejarte más que con un gesto
que alguien desconoce.
Estás muda y el día que hables
se activarán todas las alarmas
de esta ciudad
y no podré oírte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Touché. Acabas de activar las alarmas de "yo mi me", y suenan estruendosas, atronadoras, alarmantes, pero te escucho perfectamente.
Publicar un comentario