12 de septiembre de 2014

La gente que amo lleva el peso
vacío
de la noche.

He pensado escribir mis memorias en una puerta blanca.
"Arrepentimientos
y derrotas"
y hoy he vuelto a perder el autobús a casa.

Si otras bocas me han hablado
hoy
prometo aquí
que no escuchaba.

He visto el cuerpo de la noche
vacilar
en momentos de luz
bajo farolas.

Me han hablado las calles
y me he sentido un niño
castigado
en la esquina última de un aula de paredes amarillas.

He sabido de otros
y he negado
conocer a quienes no me conocían.

Devoro las luces ajenas
y las siluetas de los hombres que miran.

A algunos los amo
y ellos no me conocen.



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