24 de julio de 2013

No soy como ellas,
sus pies son finos y suaves.
Las baña la luz de ventanas que son obvias
y yo pienso si seré menos que ellas.

Desde dentro llega el eco de lo oculto.
Son como dos mujeres, a la vez, en un mismo cuerpo:
Una es la que habla,
otra es la que llora y parece frágil
y los hombres se acercan queriendo consolarla.

A veces estoy sola y parece que escuchasen
y me miran con los ojos grandes de la noche.
Yo las veo también por dentro
y en un segundo que siempre dura
ambas sabemos que algún día dejareis de mirarlas.

Qué sabeis de la belleza
si cuando una de las dos mujeres se va
desterrais al insomnio enamorado
y dejais en stand by el mundo.

No soy como ellas
aunque siempre lo quise.
Pero cuando me falten mejillas
y se hundan mis ojos ya de luces apagadas,
levantaré la voz todavía y volverá a temblar el mundo.

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